martes, 14 de octubre de 2008

CAPITULO 7: LA DECISIÓN

Los ronquidos del Sicario me despertaron. Dormía en la silla, con la pistola en la mano izquierda, en la otra tenía el segundo bocadillo a medio terminar.
El empresario permanecía con los ojos abiertos y su rostro demostraba cansancio.
- ¡Gordo, gordo! Dije cuando los ronquidos se hicieron insoportables.
El sicario movió la cabeza, de un lado a otro y se levantó de repente.
- ¡La puta madre, dónde estoy! Dijo aturdido y suspiró aliviado al vernos.
Hace una hora me llamó, tenemos que terminar con esto.
Vamos a la cocina, me dijo entre bostezos.
Mirá tengo que matarlo y darle una prueba a Tibaldi, luego nos dará el dinero. Afirmó de repente el sicario, mientras me pasaba una cerveza del refrigerador.
- ¿Si te engaña y no te da el dinero? ¿Es un riesgo, no?

- Tengo una grabación de voz en la cual cerramos el trato,
con el empresario Tibaldi.
No tendría más remedio que pagarme o nos hundimos juntos.
- No demores más el asunto y liquídalo, dije como si las palabras no fueran mías.
- Te crees que es fácil. El tipo trató de hacerme la psicológica, diciéndome que tenía hijos y mujer.
- Si no querés estar aquí cuando lo mate podes irte, me da igual.
- No, voy a quedarme en esto estamos juntos.

2 comentarios:

Andrés Schmucke dijo...

Hola, pasaba por aquí para echarle un vistazo a los nominados a los premios de 20 minutos. Aunque no estamos participando en el mismo renglón vine a pedir vuestra colaboración, solo pido un voto que no enriquece ni empobrece a nadie, claro que pido ese voto siempre y cuando te haya gustado lo que viste al pasar por mi espacio. Si no te gusto lo que viste pues no votes por mí.

Tremendo blog, un saludo desde Venezuela.

Andrés Schmucke.

Hiperbreves S.A. dijo...

Muy buen relato y magnífico nombre de blog. Es genial. Somos compañeros y competidores en la categoría de ficción, así que sólo voy a pedirte 20 segundos de tu vida para que accedas a mi blog http://www.hiperbreve.blogspot.com y leas alguna de mis pequeñas historias. Si en conciencia piensas que podría merecer tu voto, adelante. Si no, me basta con que me dejes un comentario sobre lo que hayas leído. Muchas gracias.