domingo, 8 de febrero de 2009

FUTBOL PERO CON PELO CORTO II

Pego sus primeras bocanas al cigarro, dejándolo de lado por el beso helado de la cerveza.
El rock and roll y hizo bailar sus cabellos. Así la hinchada se perdió de goles y festejos.
Hincó los codos en los bares más mugrientos de la ciudad, y cuando alguien creía ver al jugador de futbol. El con una mirada penetrante lo negaba casi con asco.
Metió los trofeos y medallas en una caja de cartón, y sin más se deciso de todo como si fueran las cartas de una novia traicionera.
Con los últimos sueldos que recibió, se compro una moto honda, negra.
Recorrió las calles de Córdoba, en busca de consuelo, por el designio de una corta melenas, había perdido la profesión.

Hizo nido en los brazos de las putas de la Cañada. Cuando no fueron suficientes, gasto cubiertas tejiendo un camino hasta el último bar abierto de la noche.

La camiseta con el número siete, que cubría sus costillas dejo paso a la chaqueta de cuero.
¿Como podía un corte de pelo torcer tanto un destino? Pensó con el viento dándole de lleno en la cara.
En cada bar que entraba dejaba una cicatriz en suelo. Las mujeres como alborotadas moscas comieron de su boca. Cuando el llegaba la televisión pasaba del futbol a los programas del corazón.